lunes, 14 de mayo de 2007

La labor de la fundación Carnaval de Barranquilla.


LA LABOR DE LA FUNDACIÓN CARNAVAL DE BARRANQUILLA.


El carnaval de Barranquilla es la Fiesta Folclórica más importante de Colombia, constituida hace pocos años como la obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Es la expresión del pueblo Caribe, la confluencia de culturas y razas. Es una fiesta de Colombia para el mundo.
La Casa del Carnaval es un gran apoyo para estas fiestas, era una vieja casona del barrio Abajo, que fue comprada y remodelada por la familia Caridi-Mitrani con el propósito de tener une espacio para los actores del Carnaval. Una vez adecuada se puso al servicio de la Fundación Carnaval de Barranquilla en un comodato por diez años. A la Fundación le corresponde el sostenimiento de la misma.

La Fundación Carnaval de Barranquilla fue creada por la Empresa del carnaval para operar las fiestas facilitando la consecución de recursos ya que una empresa no entrega dinero a otra empresa, sino por la compra de servicios.
La Casa del Carnaval es sólo una sede donde funcionan, entre otras, las oficinas de la Fundación Carnaval de Barranquilla, entidad encargada por el Acuerdo 033 de 1.993 de la organización del Carnaval de Barranquilla.
En sus 15 años de existencia, se ha consolidado como una empresa de servicios culturales, promotora de la identidad barranquillera y de la exaltación de los valores culturales de las fiestas carnestolendas. En esta trayectoria muchos son los aciertos reconocidos a esta organización que admite ser solamente un instrumento facilitador que cada día aprende para el desarrollo del Carnaval de Barranquilla.
La Fundación trabaja durante los seis meses posteriores a la finalización de una temporada con 6 personas. En octubre, ingresan otras diez y a medida que avanzan las fechas, el número puede llegar a las 300 personas.
Durante todo el año se trabaja en la planeación del Carnaval, en atender las necesidades de los grupos folclóricos, en los pagos de las cuentas generadas durante la temporada, en la elaboración de informes, en organizar representaciones, en asistir a eventos a los que se invita al Carnaval y otra serie de trabajos operativos de oficina. En todo este tiempo se vive un ambiente frenético de trabajo, con jornadas de hasta doce horas o más, con una casa llena de público que quiere que se le atiendan sus necesidades, con reuniones permanentes, con las angustias de obtener recursos y la necesidad de más tiempo para resolver problemas y cumplir metas.

Durante la temporada, que para quienes trabajan se inicia en octubre o noviembre, se trabaja en colocar en blanco y negro la planeación, en la organización de cada uno de los 20 eventos que lidera la Fundación, en la consecución de recursos para realizar las fiestas, en concretar los acuerdos que se hicieron en los meses previos, en la capacitación de los nuevos trabajadores logísticos, en la elaboración de carrozas, en la elaboración de los materiales de prensa, en afianzar las relaciones con los medios y los grupos, en los montajes de los espectáculos, en fin, en todo lo que podríamos denominar la logística de todos y cada uno de los eventos y aunque parezca accidental, en atender demandas y conflictos de interés que cada año genera la realización de la fiesta.

Para hacer este trabajo, los funcionarios de la Fundación Carnaval de Barranquilla se encuentran en 5 oficinas ubicadas en el primer piso. En el segundo piso funcionan las oficinas de Visión Cultural, Musicoop y Carnavalcoop. Estas dos últimas son cooperativas creadas por la Fundación en asocio con la Fundación Mario Santodomingo para elevar el nivel de los actores y hacedores del Carnaval.

Uno de los problemas que tienen en esta fundación es que el espacio es insuficiente para el trabajo que debe realizar y además se rige por unas normas estrictas de sus administradores. Por otro lado, la Fundación debe asumir los gastos de sostenimiento de la Casa y el pago del personal que trabaja durante todo el año. Estos recursos se consiguen con los patrocinadores y que el público en general cree que es sólo para la organización de los eventos del Carnaval, olvidándose que si no se trabaja durante todo el año es muy difícil que se puedan obtener resultados.

La Fundación ha liberado a la ciudad de una carga importantísima al organizar sin contar con ningún apoyo económico y muy poco apoyo político, la fiesta cultural más importante de Colombia. El costo de la misma está alrededor de los tres mil millones de pesos que hay que conseguir tocando puertas en las empresas del país. Adicionalmente tiene la obligación moral de mantener viva las expresiones culturales.

Hay que entender que la cultura debe ser una política de estado y que a pesar de que la Fundación organiza el evento donde se expresa en su mayor dimensión, no puede ser la responsable de su conservación, cuando no cuenta con los recursos económicos y humanos para hacerlo.

Al carnaval de Barranquilla, logísticamente le falta muy poco. Le falta por un lado, un poco más de recursos para organizar mejor lo que se tiene: se necesitan vallas, baños, carpas y más personal de apoyo durante los eventos. Pero si el papel de la Fundación va más allá de organizar los eventos, se necesita mucho apoyo estatal para trabajar en investigación y educación; se necesita más personal especializado; se necesita más decisión política y que la ciudad entienda que el Carnaval es un evento de ciudad que compete a todos, y una expresión cultural que tiene el máximo valor en cualquier sociedad.

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